lunes, mayo 29, 2006

El Hombre de Blanco


Tres campanadas anunciaron a la comunidad josefina que era hora de la merienda. De todos los aposentos salieron vestidas monjas de almidonado hábito rumbo al refectorio. De pie, la madre superiora en la cabecera, esperó a que ocupara su lugar la última hermana, para recitar el rito propio de la ocasión. Empezó la conversación y desde luego afloró la interrogante acerca del paradero de la hermana Maclovia del Santo Niño y aunque no era extraña su tardanza, dado que seguido incumplía con sus obligaciones, esa tarde parecía más prolongada su ausencia. A punto de terminar la merienda, apareció Sor Maclovia de espanto muerta. Con resuello agitado alcanzó a decir que un hombre vestido de blanco le había dado el susto de su vida, que no volvía, ni por nada de este mundo, al cuarto de la bodega.
Cuando ella entró al cuarto de la bodega vio en la penumbra a un hombre vestido de blanco que hacía algún trabajo sobre un banco de madera, ante lo cual Maclovia le dijo:
- Está muy oscuro ¿Cómo puede trabajar así?-
- Es que no sé dónde se enciende la luz- respondió con voz ronca, cavernosa y pausada el hombre de blanco.-
- El apagador está por ahí, cerca de usted; ahora verá, déjeme ayudarle- dijo la monja.
Maclovia se adelantó a encender la luz, en tanto le platicaba al hombre del banco y cuando alcanzó el apagador, éste no funcionó, ante lo cual Maclovia siguió diciendo:
-¡Ah! Qué don Cirilo, no ha cambiado el foco. Dispénselo es que ya está muy chocho el pobre viejo, qué pena; porque sí hay luz -aseveró.
Y siguió jalando el apagador hacia atrás y hacia delante. Al no escuchar comentario alguno a sus pláticas volteó hacia donde vio al hombre de blanco y aquella figura había desaparecido. Ni banco, ni silla, ni cosa alguna, sólo en el aire flotaban las palabras del aparecido: Es que no sé… dónde se enciende la luz.

viernes, mayo 26, 2006

Invitación a la Boda

Esta leyenda cuenta que hace muchos años una madre con su hijo adolescente llegaron a visitar el panteón de belén. Al ir caminando entre las tumbas el joven ve una calavera y la patea, la madre al darse cuenta le reclama:
- Deja de patear eso y muestra un poco de respeto. -
El joven sigue pateando y le contesta de manera irónica:
- Tanto la respeto que la invito formalmente a mi boda. -
Los años pasan y el joven se convierte en un próspero empresario. El día en que se va a casar llega un hombre a cu casa asombrosamente elegante, toca y la madre abre y este hombre le dice:
- Señora, vengo a cumplir con la invitación de su hijo.
La señora se impresiona al ver aquel caballero tan elegante y lo pasa a su casa, le habla a su hijo y le dice que hay un señor que viene a cumplir con la invitación de su boda.
El hijo se presenta pero no recuerda haber invitado a dicha persona.
Sin embargo el señor le recuerda que hace muchos años el joven habia encontrado una calavera en el pateón, que la había pateado e invitado a su boda. El joven recuerda los hechos y es entonces cuando el cabellero le dice macabramente:
- La calavera soy yo, y aquí estoy para cumplir la promesa de hace muchos años.-
El joven no soporta la impresion y se desmaya, cayendo en un estado de coma que le impide casarse y muere sin recobrar la conciencia...

miércoles, mayo 24, 2006

La historia de Juanita


Una familia buscaba en un anuncio en el periódico inmuebles en renta. Vieron una donde el alquiler era muy barato, y esto fue muy atractivo, así que decidieron visitarla. Era una casa antigua con jardín, árboles altos y corpulentos. La madre subió las escaleras y toco el timbre. Pasó un rato. Luego escucho pasos, le abrió una niña; tenía el pelo negro y rizado, largo hasta la cintura. Llevaba un vestido blanco de encajes hasta los tobillos. La cara muy pálida.
-¿Quiere ver la casa? -preguntó.
-Sí -dijo la madre-. ¿Están tus padres?
-Vienen en seguida -contestó-. Pero yo puedo enseñársela. Pase, por favor. La niña, interrogándole con la mirada, dijo: -¿Tienen niños?
-Sí, un chico, se llama Sebastián.
-Entonces, la niña, por primera vez, sonrió. -Me llamo Juanita-dijo-. Venga, le voy a enseñar el cuarto de los niños.
-Pero quisiera ver primero las otras habitaciones -contesto la madre.
-No, no -dijo Juanita con brusquedad-. Tiene que ver primero el cuarto de los niños.
Le condujo a una habitación grande y vacía al final del pasillo. Juanita corrió a la ventana.
-Aquí estaba mi mesa -dijo- . Siempre veía el castaño cuando me sentaba aquí.
-Ahí estaba mi cama, cuando me despertaba veía el cielo.
-Pero ese no es buen sitio para la cama.
-¿Por qué no?
-En la ventana hay corriente a menudo. Podías haberte acatarrado.
-¿Acatarrarme? -gritó- . ¡Quiere usted decir que mi madre ha cuidado mal de mí?
-No,
-No vuelva a decir jamás algo tan horrible de mi madre.

Y entonces se escucharon pasos en el pasillo.
Una mujer y un hombre fueron a su encuentro, iban vestidos completamente de negro. El hombre tenía el mismo pelo negro que Juanita, y la mujer, sus mismos ojos grandes.
-¿Ya está usted aquí? -preguntó extrañada la mujer.
-Es raro que estuviese la puerta abierta -dijo el hombre.
Comenzaron a enseñarle la casa, primero los dos cuartos de estar, luego el dormitorio y el baño, se detuvieron en la cocina, que tenía unos azulejos antiguos preciosos. El hombre se volvió hacia la madre, con una cara tan pálida como la de Juanita y le preguntó:

-¿Le gusta la casa?
-Sí-contestó-. Es de un estilo un poco antiguo, justo como yo deseaba. Además es muy amplia.
-Hay otra habitación -dijo el hombre- al final del pasillo. Pero ya no entramos en ella.
-Lo sé -dijo la mujer sorprendida por el misterio con que hablaban de aquella habitación vacía.
-¿Usted? -titubeó la mujer-. ¿Ha visto usted la habitación?
-Sí, me la ha enseñado su hija.
-¿Cómo era esa niña? -gritó el hombre con voz ronca.
-Tenía una melena negra larga y llevaba un vestido blanco con encajes.
-¡Juanita! -exclamó la mujer con dolor.
Entonces se precipitaron los dos fuera de la cocina y corrieron por el pasillo gritando el nombre de Juanita. La mujer les siguió lentamente. Se quedaron parados en la puerta de la habitación de los niños.

-No está aquí -dijo el hombre con palabras ahogadas.
-Pero yo la he visto -insistió -. Estaba ahí, en la ventana, y habló de su castaño.
La mujer sacudió la cabeza con gesto triste. -Tiene que haberse equivocado.
-No, con toda seguridad.
-Es imposible.
-Pero, ¿por qué?
-Juanita está muerta -dijo el hombre.
-¿Muerta? -
-Murió hace cuatro semanas -explicó el hombre- , aquí, en esta habitación, de una pulmonía.
-¡No! -gritó. Los dos le miraron y dijeron que sí con la cabeza.
Entonces la mujer dio media vuelta y se marchó de allí a toda prisa.»

viernes, mayo 19, 2006

La Esposa del Diablo


En cierta ocasión, un grupo de amigos organizaron una cena con una sesión de espiritismo. Tras la cena, se acomodaron en el salón, trajeron una Ouija, se encendieron velas y se apagó la luz eléctrica. Una médium había venido expresamente para amenizar la sesión.

Comenzó la sesión, y ella entró en contacto con un espíritu de un familiar de los anfitriones, dos hermanos, Cecilia y Rodrigo. Este espíritu habló a través del tablero, diciendo ser su tío, pero ellos se mostraron escépticos, pues ninguno de sus tíos había fallecido. Todo el afán del espíritu era que le creyeran, pues quería hacerles una petición. Así que le sometieron a unas cuantas preguntas, más por seguirle la corriente a la médium que por convicción. A medida que el espíritu iba contestando cosas más íntimas, Cecilia fue palideciendo, pues era imposible que la médium supiera dónde veraneaba su madre cuando era pequeña y el nombre que tenía su muñeca preferida. Pero su hermano se burlaba, diciendo que era muy posible que las respuestas las estuviera escribiendo inconscientemente su hermana, que era más sensible a ese tipo de cosas. En ese momento se apagaron las luces de las velas debido a un viento terrible – una de las ventanas se había abierto de golpe- y cuando las encendieron, la médium hablaba con la voz del tío de mis amigos, supuestamente fallecido. Después del susto inicial, Cecilia estaba totalmente convencida ya de que era él, y le preguntó cual era su petición. El tío le dijo que no quería que ni su hermana, la madre de Cecilia, ni ella se acercaran a su nicho el día del entierro, pues había hecho un pacto con el diablo y le había prometido que una de sus parientes sería para el demonio si a cambio. Más concretamente, le había dicho que la primera mujer que se aproximara a su nicho el día de su entierro sería para el diablo. No era pues de extrañar la urgencia con la que su tío se había puesto en contacto con los sobrinos. Pero Rodrigo seguía mostrándose incrédulo, pues decía que muchas personas tienen la habilidad de imitar otras voces, y que le parecía una broma de mal gusto. Se levantó, y se dirigió a la cocina. La médium se desmayó en ese momento, y tras la primera alarma, recuperó el conocimiento y con él su voz propia. Aseguró estar agotada y se levantó la sesión de espiritismo. Aquella misma noche, llamaron desde el hospital a casa de Cecilia y Rodrigo para informarles del fallecimiento de su tío. Había muerto dos horas antes de la velada. Habían llamado con insistencia a la casa, explicó la mujer al otro lado del hilo telefónico,pero siempre que descolgaban el teléfono se oía una voz rasposa que gritaba “No molesten más”. Cecilia comentó que no había cogido nadie el teléfono por la sencilla razón de que no había sonado. Rodrigo opinó que debían haber marcado mal desde el hospital. El día del entierro, la primera mujer que se acercó al nicho fue una prima lejana llamada Verónica. Puede que no hayáis oído hablar nunca de ella, la amante del diablo. Es la imagen más perfecta que una persona pueda crear con su imaginación, y es bellísima. Sin embargo, tiene cierta predilección por mostrarse ante los incrédulos en las sesiones de espiritismo, y les castiga con la muerte o con mayor crueldad aún, volviéndoles locos. Su primera víctima fue Rodrigo; apareció ahogado en la bañera. Por mucho que la policía investigó, no encontraron ni una sola pista que señalara al culpable del homicidio. “Es como si se hubiera ahogado él solo, aunque sea imposible con cinco palmos de agua”. Verónica es la intermediaria entre el diablo y aquellos avariciosos sin escrúpulos, dispuestos a realizar un pacto con Satán a cambio de un puñado de dinero. Todo aquel que quiere ser poderoso, debe invocarla. Si hacéis espiritismo y hay un espejo en la misma habitación, tal vez podáis ver en él a una mujer hermosísima eligiendo con quien jugar: a quien matar y a quien hacerle desear la muerte…

martes, mayo 16, 2006

NECRONOMICON, el libro de los nombres muertos


Muchas personas han oído hablar de este libro, cuyo titulo original es Al Azif. Azif es una palabra árabe que designa un ruido nocturno que se supone que es el aullido de los demonios. Fue creado por uno de los maestros de la Literatura Fantástica y de Terror: Howard Philips Lovecraft (1890-1937). Es un texto antiguo de extraños ritos sepulcrales, sortilegios fúnebres y pasajes de resurrección demoníaca. Se dice que nunca fue creado para el mundo de los vivos y que su autor fue misteriosamente asesinado a plena luz del día por un demonio invisible, quien lo devoro frente a muchos testigos. Este libro es considerado por la mayoría como una novela ficticia, pero les contare una historia relacionada con este libro. Una pareja de encontraba platicando placidamente, cuando el joven le muestra a su novia una copia de este libro, ella nunca había oído hablar de el, y al abrir la primera hoja lee la advertencia que muestra. Ella es algo supersticiosa y no le gusto lo que ahí venia, y le dijo a su novio que mejor no lo leyera, pero el no le hizo caso. Siguieron platicando y a la hora de marcharse, ella se quedo con un mal presentimiento. Pasaron un par de horas cuando a la puerta de su casa aparece el joven, con la cara sangrada, pues había sido brutalmente golpeado por cinco personas que aparecieron como de la nada, como en una nube de humo. El motivo de la riña fue una cosa absurda. El joven tardo mucho en recuperarse, de aquella paliza que por poco y lo mata. La novia cuando este se recupero, pidió que ese libro fuera quemado y no devuelto a quien se lo había regalado.
Mi madre siempre me decía que para que un libro de brujería pudiera ser abierto, y así mismo sus conjuros, debería de ser regalado, y nuca ser robado, ya que pueden caer serias maldiciones. Tal vez esto fue una mera coincidencia, o tal vez obra del mismo demonio, juzgue usted.

viernes, mayo 12, 2006

El Retrato del señor Espinoza.

El señor Martín Espinoza heredó a la edad de 25 años toda la fortuna y los bienes de su padre y en poco tiempo engrandeció aún más su patrimonio en base a la usura y todas las medidas arbitrarias y trampas que es posible imaginar. Decia que no tenía familia y nuncase casó por miedo a que le roben lo que con tanto esfuerzo había conseguido. Era un ávido coleccionista de obras de arte, y se hizo pintar un retrato, que logró captar la ferocidad de su rostro, de una profunda mirada que parecía estar siniestramente viva, resaltando la cadena de oro de su reloj, que le regalo su padre cuando cumplió los dieciocho años. Los años pasaron y la muerte sorprendió al adinerado hombre, un extraño dolor al pecho lo comenzó a aprisionar hasta que cayó al suelo ya sin vida.

Nunca hizo su testamento, ya que siempre decía ¿cree que yo tengo intenciones de dejar a alguien todo lo que tengo? ¿Cree que tengo intenciones de desprenderme de mi tesoro? ¡Ni la misma muerte me lo va a arrebatar! ¡Ni la misma muerte! Ninguna persona del pueblo asistió al entierro, sólo su abogado que a pesar de todo siempre estuvo al lado. El abogado luego de algún tiempo, cayó en la cuenta que el único heredero de toda la riqueza acumulada por el difunto era su sobrino lejano Reginaldo y se dedicó a buscarlo. Tardó dos años en encontrarlo. Vivia en la más mísera probreza, y sentía gran desprecio por su tío, por dejarlo desamparado. Decidió deshacerse de todos los bienes de Don Espinoza ya que le recordaban sus años de miseria y dolor, asi como la muerte de su madre en las peores condiciones. Reginaldo visitó la casa Espinoza, que en pocos días empezaría a demoler, su odio y frustración de tantos años, no pararían hasta no dejar piedra sobre piedra de aquella mansión. Lo Malidijo muchas veces y se sentó en la silla que estaba debajo del retrato de su tío y comenzó a llorar, a reir, a llorar, invadiendo una especie de locura su alma y se tapó la cara con las manos, como queriendo que ya no salgan más lágrimas de sus ojos. Si Reginaldo hubiera puesto atención al espejo que estaba al frente de él, hubiera visto la aberración que estaba por suceder.... ¡El retrato! ¡El retrato cobraba vida! ¡Sus brazos empezaban a moverse, tomaron entre mano y mano la gruesa cadena de oro que tenía y la pasaron por el cuello de Reginaldo y apretaron y apretaron! Reginaldo no tuvo tiempo de comprender nada, ni tampoco alejarse del peligro, en su agonía sólo un oogg, producto de su asfixia, era lo único que salía por su garganta, trató de luchar contra aquella sobrenatural fuerza y logró así, haciendo su máximo esfuerzo voltear y.... ver el rostro en el retrato, el rostro del odiado personaje, éste sonreía malévolamente... segundos después Reginaldo cayo de bruces en el suelo... ¡ Estaba muerto!

lunes, mayo 08, 2006

Hombre

Presume el hombre de ser grande
y en su error crece y habita,
presume el hombre y hace alarde
pero al andar se debilita.

Cuando surge el rugir constante
de las entrañas del silencio extinto,
que emerge nauseabundo y titubeante
al salir de su propio laberinto.

Cuesta arriba hacia la cima eterna
resbala, cae, se hunde en el orgullo,
siempre olvida que la carne es tierna
ser inmortal simplemente no es lo suyo.

viernes, mayo 05, 2006

La Mujer del Pasillo


Una noche de Halloween, unos amigos por hacer algo diferente jugarona a la Ouija, esta la tenia la familia de un joven guardada desde hace vario años, la cual pertenecia a su bisabuela. Todo decidieron jugar por diversion, en cambio él queria conocer a su bisabuela ya que fallecio antes de que el naciera.

La sesión comenzó entre risas y de pronto cayó un rayo que iluminó toda la habitación oscura, seguido de un trueno, que estremeció hasta el último de su huesos. Asustados y de repente, el puntero de la Ouija comenzó a moverse. Preguntaron quién era, pero nadie respondió.
El puntero se movía sin cesar de un lado para otro, sin formar palabras. Al final paró, y formó las siguientes palabras: "Estoy yendo por vosotros".
Llamaron a la puerta, pero nadie se atrevió a abrirla, sólo escucharon la voz de quien llamaba: Era una mujer, que estaba en el pasillo y gritaba por entrar a mi habitación. El cerrojo estaba echado, no podía entrar, pero parecía que iba a tirar la puerta abajo. La mujer gritaba desesperada, la puerta iba a caer, así que empujaros la cama para atrancarla. La mujer cada vez más desesperada, gritaba un nombre. Entonces el joven se dio cuenta de que era su bisabuela. Intento abrir la puerta, pero sus amigos lo agarraron. Los gritos cesaron, una de sus amigas, tuvo un ataque de nervios. Se acercaros a consolarla, pero una voz grave y fuerte salió de ella diciendo que no se acercáran.
La mujer del pasillo comenzó a gritar de nuevo: "¡Os lo advertí, y no me hicisteis caso, ahora moriréis!". Intentaros abrir la puerta pero no pudieron. Los gritos volvieron a cesar, el joven consiguio abrir la puerta, pero se cerró detrás de él. Escucho los gritos aterrorizados de sus amigos, histéricos, pidiendo socorro, dando patadas a la puerta para abrirla.

Este Joven narra su historia cuarenta y cinco años después de que ocurriera, ya que fue el tiempo que duro recluido en la cárcel, culpado por el asesinato de sus amigos, los cuales encontró muertos cuando consiguí abrir la puerta de su habitación.

jueves, mayo 04, 2006

Una más de Demonios

En un pueblo llamado Etzatlán, existe una casa en ruinas, de la cual queda en pie una sola recamara con la puerta sellada. Cuenta ésta historia que el padre de familia tenía tratos con fuerzas sobrenaturales, y por tal motivo la gente que le jugaba una mala pasada moría de manera trágica. Varios crímenes se le achacaron y por ello era perseguido por la guardia. Un día llego el hombre corriendo a su casa y se encerró en su cuarto sin decir palabra, a los pocos instantes la guardia casi tiraba la puerta. La mujer por proteger al marido nego que estaba en la casa, sin tomarla en cuenta la guardia registró la casa dejando al final la recamara del fondo.

Tras mucho insistir la puerta se abrió y en la cama solo se encontraba un enorme gato de color negro, registraron y no vieron ventanas por donde cupiera una persona, ni lugar donde esconderse, asi que decicieron marcharse. Unas semanas despues calleron enfermos de muerte los miembros de la guardia.

Al caer de los años llego el tiempo en que este hombre veria fin a sus días, y esa tarde el hombre se encontraba en su recámara, el día horrible de lluvia, los perros aullaban, las gallinas cantaban de miedo, los cerdos y demas animales se unian al terror de los rayos con cantos de muerte. el hombre murió. Le intentaron dar cristiana sepultura, pero el cuerpo se puso tan pesado que no lo pudieron levantar entre diez hombres. Prendieron unas veladoras y el aire las apagaba, pero cuando el sacerdote llego a orar por el alma de este hombre, la puerta del cuarto se cerró. El padre se arrodilló a rezar pero un temblor se dejó venir dejando la casa a escombros, quedando en pie solo la recámara. Una de las hijas intentó abrir la puerta para sacar el cuerpo de su padre que aún estaba sobre la cama, entro al cuarto y una fuerza la empujo y la puerta se cerró para nunca abrirse. Aún se pueden ver la casa en ruinas, y la recámara con la puerta de pie, que ni el tiempo ha podido derrumbar.


miércoles, mayo 03, 2006

Leyenda del Laurel


Hace mucho existió un laurel que en vez de hojas le salían plumas. Cuenta la leyenda que un hombre llamado Nicodemo hizo un trato con uno de los demonio mas peligrosos llamado Azcael; quien para concederle todo lo que deseaba le pidió que el día 11 de noviembre, día de san Martín, le llevara 13 almas por propia voluntad. Este las encontró, fueron 13 varones y a cambio le pidieron ser ricos; el demonio acepto pero pidiendoles que se marcharan del pueblo para no levantar sospechas del cura, ya que que el cura le arrebatara las almas.
Una vez Nicodemo le pidio un árbol que en vez de frutas diera gallinas. Azcael le dio la formula: -"Pasa las semillas por las entrañas de un gato, las siembras y escoge la trece de la izquierda a derecha de las que nazcan. En el día el árbol tendra aspecto normal, pero en la noche le saldrán plumas, te subes a cosechar por las noches y te harás rico, ya que siempre tendras gallinas para vender... luego vendré por ti"-.
Una Noche llego el demonio y sin mas preámbulos se lo llevó. Como ese día no consecho, el árbol amanecio lleno de plumas, los vecinos se asustaron y fueron por el cura. Este se encomendo a Dios junto al árbol. De repente el árbol crujió y se empezó a desguajar. Del tronco broto un mono de barro con cara de diablo y llevaba en su espalda a Nicodemo. Desde entonces los pájaros que durmen en un laurel, se dan una vuelta antes de buscar cobijo en sus ramas.