sábado, julio 25, 2009

Primero.

El vaivén de las cortinas se empeñan cerrar mis pesados parpados y dejarme en estado de inconciencia. Pero mis ganas de verte una sola vez, una última vez son más fuertes.
  • Por que no me hablas? Soy tu sangre!...
Estoy perdiendo la razón. Camino por la casa y hablando con mi sombra, grito preguntas y trato de encontrar respuesta en mis libros. Cosas sin sentido nada más.
  • Qué pasa? Es el tercer día, porque no estas aquí? …

Los platos no se mantienen en su lugar, las llaves aparecen en los lugares más insólitos. Los aparatos eléctricos parecer tener voluntad. Pero estoy tan cansada que no les presto atención. Muerta en vida.

  • Somos hermanos, tengo que verte, solo una vez mas… por favor!

No obtengo respuesta, al fin una lágrima logra escaparse. Me dejo caer al sillón, me dejo seducir por la marea de la depresión…

Ignoro a la aurora vista de reojo, se lo atribuyo a la hipoglucemia. Hoy solo quiero dormir.