La Maldición del espejo.

Esta es una advertencia: si están de pie frente a un espejo nunca repitan nueve veces el nombre de Antiopia. Quizás crean que esto es una burla, pero muchas personas que lo han pensado han cargado con una maldición terrible.
Antiopia era una joven que participo en una sesión de espiritismo hace varias décadas, burlándose de todas las cosas del mas allá, y sin mas una silla cobro vida dándole una golpe mortal en la cabeza. Su espíritu condenado vaga buscando venganza en quienes como ella se burlaron del más allá.
Mario conoció la leyenda en su colegio y como no le gustaba que lo retaran hizo el conjuro. Todos en quedaron en expectación durante unos minutos pero nada paso. Los chicos se olvidaron del tema al poco tiempo de lo sucedido, pero para Mario, la pesadilla apenas comenzaba.
Una noche mientras dormía, un ruido extraño lo hizo despertar, una leve respiración sobre su nuca lo hizo estremecerse, acompañado por una especie de susurros indescifrables no lo dejaron dormir jamás. Por miedo a las burlas no se lo contó a nadie. Antes de caer vencido por el miedo y el cansancio fue al baño a mojarse la cara. El agua estaba congelada, y una leve capa de vapor cubría el espejo, así que Mario lo limpio y por unos segundos vio a una joven a su lado bañada en sangre. Mario se tranquilizo pensando en que estaba cansado y que era cosa de su imaginación. El espejo se volvió a empañar, pero esta vez unas letras aparecieron para advertirle: “Soy Antiopia, no debiste invitarme a volver…”
Mario hoy esta recluido en un manicomio, y solo habla para advertir y contar como Antiopia aun lo sigue torturando.