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Cuenta la leyenda que allá por el año de 1906, un ser malvado fue condenado al destierro infernal. Su castigo fue impuesto por los aldeanos de una comarca tras haber presenciado sus actos de entera maldad.

Fue capaz, de maltratar y violar a todos los niños del pueblo a espaldas de sus padres. Los amenazaba con la muerte para que no les dijeran nada a sus familias, pero eso no bastaba para saciar su sed y, tras transcurrir tres días, los localizaba y los degollaba. Su destino le hizo ponerse en contacto con un niño enfermo, que violo pero no mato. La enfermedad pudo con ese niño y se lo llevo la muerte antes que el malvado pusiera sus garras en él. Fue tal su cólera que olvidó sus tácticas y comenzó una matanza a diestra y siniestra. Los aldeanos estaban alarmados y, conocido el causante de sus pesares, decidieron hacer un pacto con el diablo para encerrarlo en el infierno.

Ninguno de aquellos habitantes creía demasiado en ángeles y demonios, pero el pacto dió sus frutos y aquel fue condenado al tormento eterno. Lo que ignoraban es que el pacto traería consecuencias más desastrosas.

El mal es retorcido e hizo crear una epidemia de peste, cólera y otras enfermedades para exterminar a ese pueblo. Una vez que nadie existía allí para contar lo sucedido, creo una maldición: El 6 de junio de 1906 fue el día en que se celebro el pacto. A partir de esa fecha, cada 100 años en ese mismo día, el malvado espíritu saldrá de su condena para extender su terror entre la población de aquel lugar y, tras su destierro a media noche, una epidemia azotará al resto de la población para dejar a aquel lugar sin testigos.

Aquel pueblo todavía existe, según la leyenda. Es un lugar olvidado por los mapas, por el tiempo y el espacio. Ustedes mismos podrían haberlo visitado sin saberlo o podrían estar allí ahora. ¿Quién sabe si no pasarán por allí el día 6 de Junio?. Si lo hacen...... ¡Tengan cuidado por donde pisan! y que dios se apiade de su alma!